miércoles, 13 de octubre de 2010

Panfletos atemorizan a habitantes en Soledad


Los vecinos tienen miedo. Dicen que no los han visto, pero saben de su existencia.



Preguntar en Las Moras por los panfletos que aparecieron el viernes 8 de octubre en diferentes sectores de este barrio soledeño es aventurarse a recibir silencios prolongados por respuestas. El miedo, latente entre los vecinos, hace que todos pronuncien las mismas palabras: “Sé que existen, pero no los he visto”.


Un “no” tajante dio un tendero ante la pregunta de si algo sabía sobre los facsímiles amenazantes. El mismo monosílabo se repitió en boca del frutero, del administrador de un billar, del ama de casa, del funcionario de la Inspección de Policía y de la vendedora de sopas. 

El temor está presente desde el viernes anterior, cuando comenzó a circular  el panfleto titulado ‘Limpieza social para Las Moras’. El documento, que no se lo atribuyó ningún grupo delincuencial, le advierte a todos los “‘chirretes’, homosexuales, lesbianas, prepagos y ‘burriquetes’ que les queda (sic) 48 horas (contadas desde el 8 de octubre) para desocupar el barrio y la consigna es muerte para todos”.

En el libelo también se leen los alias de 24 personas y se les advierte a los menores de edad no merodear por las calles pasadas las 9:00 p.m. ‘Limpieza con muerte’ es la frase con la que concluye la amenaza escrita.

Panfletos no son nuevos en Soledad

Panfletos de este tipo no son nuevos en Las Moras. Hace seis meses ya había circulado uno similar, firmado por Los Rastrojos.

En aquella comunicación, el grupo delincuencial decía estar haciendo presencia en el Atlántico para combatir a: “bandas emergentes, que son los (sic) que están extorsionando a empresas, comerciantes, todo el pueblo en general y realizando múltiples asesinatos”. En aquellas fotocopias, los supuestos Rastrojos decían tener identificados a “bandidos, viciosos, jíbaros, prostitutas, rateros y ladrones de cuello blanco”.

En aquel momento les daban 24 horas a 26 personas, enumeradas con sus alias, para que abandonaran el barrio o de lo contrario morirían de inmediato.

La Oficina de Prensa de la Policía dijo que la Institución no había recibido hasta el martes 12 de octubre denuncias de los habitantes, pero que está investigando la veracidad de estos documentos. “A veces los miembros de la comunidad son quienes los redactan y los distribuyen para asustar a sus mismos vecinos”, aseguró un portavoz policial.

La Policía también reportó que hasta ahora no se conocen víctimas fatales por cuenta de estas amenazas colectivas.


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